Este lunes tuvo lugar un partido en la Catedral del fútbol, en el que se enfrentaban el Athletic club de Bilbao y el Club Atlético Osasuna.
Los de Bielsa buscaban continuar con una filosofía positiva de victorias con la que demostrar a la afición el cambio del equipo. Por otro lado, el Osasuna venia a puntuar en uno de los estadios mas complicados de la competición liguera, y así lo demostró durante la primera media hora de partido en la que tuvo tres claras ocasiones que no supo aprovechar para adelantarse en el luminoso, con un seguro Iraizoz en la meta rojiblanca. A partir de ese momento el Athletic comenzó a carburar y a llegar a la meta rojilla demostrando la eficacia que le falto en las primeras jornadas en las que la falta de gol le arrebato muchos puntos. El primer tiempo acabo así en 3-0 con goles de Muniain, Gabilondo y Javi Martinez.
La segunda parte fue un dominio absoluto del equipo bilbaíno en la que le pudieron haber caído al equipo navarro otros dos o tres goles. Imagen de ello fue la autoexpulsión de Lamah, que primero por protestar y segundo por una agresión por impotencia a Muniain fue expulsado por el colegiado. El partido acabo con un 3-1 debido a un riguroso penalti de Javi Martinez, que transformo Nekounam en el minuto 91 y que carecía de trascendencia, por falta previa al mismo.
En definitiva, parece que este equipo carbura y que comienza a marcar goles, pero no nos confiemos que aun queda probar al equipo contra los equipos grandes.
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